jueves, 28 de noviembre de 2013

CARTA A JOSÉ ÄNDREA. Por JJ











Cuando  las cartas y las fotos palidecían con el devenir del tiempo, su color amarillento nos recordaba que existió un día en el que hubo color y calor. Ahora en la era digital nada palidece y nada amarillea, pero el tiempo sigue igualmente en su incansable e imparable devenir. Quizá sin esos decolorados referentes, nos cueste más el recodar que hubo un pasado.


Estos días hemos vivido juntos la experiencia de inmortalizar la primera voz en español que se atreve a entonar en clave de rock, el idioma de oriente. Y ahora, como auténticos pioneros, nos enfrentamos a la difícil empresa de recorrer en sentido inverso (y casi a contracorriente me atrevo a pensar), la ruta de la seda y llevar a la China el color y el calor de una melodía de occidente. La más bella melodía diría yo.

Sólo deseo que cuando pasen los años, (si las fotografías fuesen fotografías ya lucirían su amarillo de gala, y si las cartas fueran cartas presumirían de su pálido más intenso) recuerdes que hubo un tiempo en el que tuviste color y calor entre una familia de músicos que luchó tanto por su sueño, que finalmente lo cumplió.

JJ es batería en LOCAL 9

2 comentarios:

  1. wow hermosas palabras de un grande!!!

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  2. Maravillosas palabras, creo que todos recordaremos ese día, ya que esta espectacular melodía y letras fueron combinadas y no sólo eso sino dos culturas e idiomas que fueron llevamos a la inmortalidad de una manera magestuosa como debe de ser.

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